Lyra había aterrizado en la fría superficie de Icarion IV. La base de terraformación, un complejo de estructuras metálicas y paneles solares, se alzaba en medio de la vasta llanura helada, con el viento cortante soplando desde las monta?as lejanas. En sus manos, el encargo que había llevado consigo: suministros vitales para las operaciones en la base, que luchaba contra las duras condiciones de este mundo inhóspito.

  Con la nave descargada y el reporte registrado, Lyra caminaba por los pasillos de la base, un ambiente que nunca dejaba de sentir ajeno. Se acercó a las oficinas para completar los trámites y, mientras esperaba que su documento fuera procesado, se detuvo frente a una pantalla holográfica que transmitía las últimas noticias.

  "Un conflicto de escala galáctica ha estallado en los territorios fronterizos, con Vireon y Draconis VII como los principales protagonistas", anunció la locutora, su tono grave y preocupante. "Ambas facciones están involucradas en una guerra por el control de recursos estratégicos. Este conflicto podría poner en riesgo la paz de la Alianza Colonial. Las autoridades aún están trabajando para encontrar una resolución."

  El rostro de Lyra se endureció al escuchar el nombre de su planeta natal. Vireon. Su corazón latió con fuerza, pero no podía dejar que la ira ni la preocupación la dominaran. Ya estaba lejos de casa. La guerra era algo que había dejado atrás, pero el eco de su pasado siempre la alcanzaba.

  La pantalla continuó, mostrando imágenes de batallas espaciales y vehículos de guerra deslizándose sobre la superficie de Draconis VII. Lyra apretó los pu?os.

  "No puedo hacer nada por eso", susurró para sí misma. Pero en su interior, una chispa de duda comenzó a encenderse. ?Qué había pasado exactamente en Vireon? ?Cómo había llegado a este punto?

  Mientras tanto, en la nave, Rho seguía maravillado por las capacidades de la Xyran. Había conectado algunos sistemas adicionales, comenzando a explorar los compartimentos y tecnologías desconocidas. Su entusiasmo era palpable.

  —"?Alguna idea de qué vamos a hacer con todo esto?" —preguntó mientras tocaba una pantalla de control, observando cómo las luces de la nave respondían a su toque.

  La nave comenzó a hacer ruidos suaves, como si estuviera despertando poco a poco de un largo sue?o.

  Lyra, aún pensativa por lo que había escuchado en las noticias, regresó a la nave, el cansancio acumulado de días de trabajo haciendo mella en su cuerpo.

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  —"?Ya terminaste de juguetear con todo esto?" —preguntó con una sonrisa forzada.

  Rho se giró, dándose cuenta de que había estado más interesado en los módulos de lo que debería.

  —"Bueno, he aprendido un par de cosas sobre cómo funcionan los sistemas de energía... y sobre la historia de esta nave. Parece que estamos manejando algo más grande de lo que pensábamos."

  —"No necesito saber sobre su historia, Rho. Lo que necesitamos es un plan. Ya no tengo que preocuparme por el combustible, al menos... pero aún necesitamos algo que nos impulse hacia adelante." —dijo Lyra, mirando la nave y suspirando. "Lo que necesito es un objetivo, algo que nos dé dirección."

  —"Ya veremos qué más podemos hacer con esta nave. Tal vez podamos conseguir algo de dinero... o alguna pista sobre lo que realmente está pasando aquí." —respondió Rho, mirando la nave con una mezcla de fascinación y determinación.

  Lyra se detuvo, recordando las noticias que había escuchado en la base. Vireon y Draconis VII. ?Qué había sucedido con su gente? ?Y qué haría ella si esa guerra llegaba a afectar su futuro?

  Lyra caminaba lentamente por los pasillos de la Xyran, su mente ocupada con todo lo que había sucedido hasta ahora. Rho seguía absorto en sus reparaciones, disfrutando de cada ajuste, cada peque?o avance. La nave, aunque fragmentada, ya comenzaba a tomar forma, como si la conexión entre ella y la Xyran fuera más que solo técnica.

  Al llegar al centro de comando, se detuvo frente a la consola de comunicación. Era momento de hacer el reporte y empezar a planear el siguiente paso. Su último encargo había terminado bien. En Icarion IV, la entrega de suministros a la base de terraformación había sido completada sin mayores problemas, aunque la tripulación de la base no dejaba de lanzar miradas curiosas ante la nave desconocida que había transportado los suministros.

  Con un suspiro, conectó su dispositivo de comunicación a la consola y comenzó a ingresar los datos de la entrega exitosa. Mientras lo hacía, una figura se acercó a la puerta, y Lyra levantó la vista, algo inquieta.

  Tali Venn estaba allí, de pie en el umbral. Su presencia, aunque silenciosa, llenó el aire con una sensación de tensión.

  —"?Tú?" —preguntó Lyra, sin sorpresa pero con una leve acusación en su tono. Tali permaneció quieta, sus ojos evitando el contacto directo.

  —"He estado siguiéndote, Lyra..." —dijo Tali, con una expresión seria, como si las palabras fueran una carga pesada. "No quería que me encontraras, no quería... verte. Pero no pude quedarme al margen."

  Lyra frunció el ce?o, sintiendo el peso de esas palabras. Su mente retrocedió a la época en que había sido exiliada, a las sombras de su pasado. Tali había jugado un papel en todo eso, lo sabía. Aún no comprendía por qué, pero ese momento había llegado.

  —"?Por qué?" —Lyra finalmente se atrevió a preguntar, su voz cargada de una mezcla de incertidumbre y resentimiento.