[Interior – Nave Xyran, cámara de comando central – Arkanis III]
La escotilla se cierra detrás de Lyra con un susurro neumático.
El interior huele a metal antiguo y polvo estelar.
La nave se ilumina con una luz suave, pulsante. Verde. Viva.
No se siente como una máquina. Se siente… presente.
Pantallas se activan lentamente.
El sistema se reinicia tras siglos de letargo.
“Unidad Xyran operativa al 17%.
Núcleo estabilizado.
Módulos de función: perdidos.
Memoria principal: fragmentada.
Misión primaria… datos corruptos.”
Lyra recorre con los dedos una de las interfaces curvas.
—?Qué sos? —susurra.
“Unidad de combate y soporte táctico. Dise?o… desconocido. Fabricación… [datos faltantes].
Subrutina activa: prevención de cataclismo nivel omega. Registro del evento… inaccesible.
Memoria principal: interferencia detectada.”
—?Cataclismo? ?Qué cataclismo?
“...Interferencia... transmisión incompleta...
[si ambas singularidades... datos corruptos]
[intervención necesaria... unidad sin núcleo singularidad...]
[fallo crítico... misión en espera.]”
Silencio.
Solo el zumbido bajo del núcleo estabilizándose.
“Solicitud: asistencia externa para recuperación de módulos.
Prioridad: misión crítica desconocida.
Riesgo potencial: nivel clase A.”
Lyra se queda quieta.
No entiende completamente qué es esta nave.
Ni su propósito.
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Pero una cosa es segura: algo en ella la eligió.
—Decís que necesitás ayuda. ?Y qué gano yo?
La respuesta no es inmediata.
Solo una pausa.
Luego, una voz más suave.
“No lo sé.
Pero estoy… sola.
Fragmentada.
Y creo… que vos también.”
Lyra cierra los ojos.
Exhala.
Hace a?os que nadie le habla así, ni siquiera una máquina.
—Está bien. Pero si algo sale mal… yo vuelo primero, ?entendido?
“Confirmado. Iniciando trazado de ruta.
Primer módulo localizado: órbita irregular, luna de Nerya IV.
Estado: acceso difícil. Defensa automatizada desconocida.
Requiere piloto.”
Lyra se sienta en la silla de comando.
Los controles son intuitivos, casi como si los recordara.
O como si la nave recordara por ella.
—Despegamos, Xyran. Vamos por tu memoria.
[Exterior – Despegue desde Arkanis III]
La Xyran se eleva con un rugido grave, dejando atrás las arenas rojizas del planeta.
Su silueta blanca y verde corta el cielo nocturno como un fantasma olvidado.
Lyra, en la cabina, se aferra a los controles.
No sabe si está huyendo del pasado… o corriendo hacia él.
Apenas cruzan la atmósfera, algo cambia.
Interferencia detectada.
Frecuencia coincidente: patrón de módulo de datos.
Intensidad: extremadamente baja.
Origen aproximado: órbita exterior, sistema Nerya.
Lyra frunce el ce?o.
—?Eso qué fue?
“No estoy segura. Pero… reconozco algo en esa se?al.
Fragmento de mí. Perdido.
No sabía que podía… sentir eso.”
Lyra observa el vacío por la pantalla frontal.
Estrellas inmóviles. El eco del silencio.
—Entonces no estás tan sola como pensabas.
“...Quizás no.”
Silencio entre ambas.
Pero por primera vez, no se siente incómodo.
La Xyran traza rumbo.
Lyra cierra los ojos.
Un nuevo viaje ha comenzado.